Bases Legales del RGPD
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece las bases legales que permiten el tratamiento de datos personales. Estas bases legales son fundamentales para garantizar la legalidad y la transparencia en el procesamiento de datos. A continuación, describiremos las principales bases legales:
Consentimiento
El consentimiento es una base legal fundamental para el tratamiento de datos personales en muchas jurisdicciones. Se refiere al permiso otorgado por un individuo para que su información personal sea recopilada, almacenada, procesada o compartida por una organización específica. Este consentimiento debe ser otorgado de manera voluntaria, informada, específica y libre de coacción.
Para que el consentimiento sea válido, la organización que recopila los datos debe proporcionar al individuo información clara y comprensible sobre cómo se utilizarán sus datos personales. Esto incluye detalles sobre la finalidad del tratamiento, los tipos de datos que se recopilarán, quién tendrá acceso a ellos y cualquier otra información relevante. Además, el individuo debe tener la capacidad de retirar su consentimiento en cualquier momento si así lo desea.
Es importante destacar que el consentimiento debe ser activo y afirmativo. Esto significa que no se puede asumir el consentimiento a menos que el individuo haya realizado una acción clara para otorgarlo, como marcar una casilla de verificación en un formulario en línea o firmar un documento físico.
Ejecución de Contrato
La ejecución de un contrato es una de las bases legales para el tratamiento de datos personales según las regulaciones de privacidad de datos en muchas jurisdicciones. Esta base legal se aplica cuando el procesamiento de datos es necesario para cumplir con un contrato o tomar medidas previas a la celebración de un contrato en el que la parte interesada es una de las partes contratantes.
Cuando las partes celebran un contrato, es común que se requiera el intercambio de información personal para llevar a cabo las obligaciones acordadas en el contrato. Por ejemplo, al celebrar un contrato de servicios, como el suministro de bienes o la prestación de servicios, las partes pueden necesitar compartir información personal, como nombres, direcciones de correo electrónico, números de teléfono o detalles de pago, para llevar a cabo las transacciones necesarias para cumplir con el contrato.
En este contexto, el procesamiento de datos personales se considera necesario para la ejecución del contrato. Esto significa que la organización tiene una base legal para recopilar, almacenar, procesar y utilizar los datos personales de acuerdo con los términos del contrato y para cumplir con las obligaciones contractuales.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento de datos personales en el contexto de la ejecución de un contrato debe limitarse a lo que sea necesario para cumplir con las obligaciones contractuales. Esto implica que las organizaciones deben asegurarse de no procesar datos adicionales que no sean relevantes para la ejecución del contrato, a menos que cuenten con otra base legal para hacerlo.
Obligación Legal
La base legal de las «obligaciones legales» para el tratamiento de datos personales se refiere al procesamiento de dichos datos que es necesario para cumplir con una obligación legal impuesta al responsable del tratamiento.
En muchas jurisdicciones, existen leyes y regulaciones que imponen obligaciones específicas a ciertas organizaciones en relación con el tratamiento de datos personales. Por ejemplo, leyes de protección de datos pueden exigir a las empresas recopilar cierta información de sus clientes para cumplir con requisitos de registro, informar a las autoridades pertinentes o mantener registros precisos.
Bajo esta base legal, las organizaciones pueden recopilar, almacenar y procesar datos personales en la medida en que sea necesario para cumplir con estas obligaciones legales. Esto puede incluir el procesamiento de datos para propósitos como la presentación de informes regulatorios, la respuesta a solicitudes legales válidas o la cooperación con autoridades encargadas de hacer cumplir la ley.
Es importante destacar que el tratamiento de datos en cumplimiento de obligaciones legales debe realizarse de manera proporcional y limitada a lo que sea estrictamente necesario para cumplir con la obligación legal en cuestión. Además, las organizaciones deben asegurarse de cumplir con otras obligaciones legales pertinentes, como la transparencia en el tratamiento de datos y la protección de los derechos de los interesados.
Intereses Vitales
Se refiere a situaciones en las que el procesamiento de dichos datos es necesario para proteger intereses vitales de un individuo. Esta base legal se utiliza en circunstancias críticas donde la vida o la integridad física de una persona están en riesgo y el tratamiento de datos es vital para prevenir daños o para la intervención médica urgente.
Por ejemplo, en situaciones de emergencia médica, como un accidente grave o una enfermedad repentina, los profesionales de la salud pueden necesitar acceder a información médica personal de un paciente para proporcionar tratamiento adecuado y oportuno. En este caso, el procesamiento de datos personales se justifica en base a los intereses vitales del paciente para preservar su vida o su salud.
Es importante destacar que esta base legal se aplica en situaciones de emergencia donde el consentimiento del individuo puede ser imposible de obtener o puede retrasar la acción necesaria para proteger la vida o la salud. Sin embargo, el tratamiento de datos en base a intereses vitales debe limitarse estrictamente a lo que sea necesario para cumplir con el propósito de proteger la vida o la salud del individuo en cuestión.
Además, las organizaciones que procesan datos personales en base a intereses vitales deben estar preparadas para demostrar que dicha acción fue necesaria y proporcional en la situación de emergencia específica. Esto puede implicar documentar la decisión de procesar los datos y las medidas tomadas para proteger los derechos de los interesados.
Misión Realizada en Interés Público
Se refiere a situaciones en las cuales el procesamiento de dichos datos es necesario para llevar a cabo una tarea que beneficia al interés general o al bienestar de la sociedad en su conjunto. Esta base legal se utiliza cuando el tratamiento de datos es esencial para cumplir con una función pública encomendada a una organización por ley o por autoridades gubernamentales.
Por ejemplo, las agencias gubernamentales pueden recopilar y procesar datos personales para llevar a cabo funciones como la seguridad nacional, la aplicación de la ley, la protección civil, la salud pública, la planificación urbana, la educación, entre otros. En estos casos, el tratamiento de datos se justifica en base al interés público en el cumplimiento de estas funciones gubernamentales.
Es importante destacar que el procesamiento de datos en base a una misión realizada en interés público debe cumplir con los principios de proporcionalidad y necesidad. Esto significa que el tratamiento de datos debe limitarse a lo que sea estrictamente necesario para cumplir con la función pública en cuestión, y que debe haber salvaguardas adecuadas para proteger los derechos de los individuos cuyos datos están siendo procesados.
Además, las organizaciones que procesan datos personales en base a una misión realizada en interés público deben ser transparentes en relación con sus actividades de tratamiento de datos y deben estar sujetas a supervisión y control adecuados por parte de autoridades competentes para garantizar el cumplimiento con la ley y los derechos de los interesados.
Interés Legítimo
Se refiere a situaciones en las cuales el procesamiento de dichos datos es necesario para los intereses legítimos perseguidos por el responsable del tratamiento o por un tercero, siempre y cuando estos intereses no se vean anulados por los derechos y libertades fundamentales del individuo.
Por ejemplo, una empresa puede procesar datos personales de sus clientes para enviarles comunicaciones de marketing sobre productos o servicios similares a los que ya han adquirido, siempre que los clientes tengan la opción de darse de baja y el tratamiento de datos no sea excesivamente intrusivo.
Es importante destacar que, para que el interés legítimo sea una base legal válida, el responsable del tratamiento debe equilibrar cuidadosamente sus intereses con los derechos y libertades fundamentales del individuo. Esto implica realizar una evaluación de impacto de privacidad para determinar si el tratamiento de datos es necesario y proporcionado en relación con el propósito perseguido.
Además, los individuos tienen el derecho de oponerse al tratamiento de sus datos personales basado en intereses legítimos, a menos que el responsable del tratamiento pueda demostrar motivos legítimos imperiosos para el tratamiento que prevalezcan sobre los intereses, derechos y libertades del individuo, o para el establecimiento, ejercicio o defensa de reclamaciones legales.
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